Soy Cristina Pascual Orive y me encantaría acompañarte a vivir tu propio proceso de “actualización” de vida

Llevo años en un camino de búsqueda personal, y por suerte también algunos de encuentro, de aquello que serena mi alma, sintiendo que he encontrado lo más importante en mi búsqueda, el camino de vuelta a “casa”. En mi caso como en el de la mayoría de las personas que en algún momento nos planteamos esta búsqueda hacia afuera he acabado descubriendo que todo empieza y termina aquí, dentro de mi… Mi experiencia ha sido la que he necesitado para llegar a este punto del camino en el que me encuentro y, aquí y ahora siento que es justo y necesario acompañar a quien lo considere en su camino, como otros antes me han acompañado a mí y siguen haciéndolo aún hoy. Déjame que te cuente cómo he llegado hasta aquí, para que puedas entender por qué mi propia experiencia, además de mi formación, me avalan como creadora de infinitas posibilidades que nos abren a nuevas vidas. En varias ocasiones en mi vida he tenido situaciones difíciles que me han llevado a tener que "recalcular ruta" y reinventarme, en un nuevo escenario que requería nuevos recursos: Cuando yo tenía 3 años falleció mi hermano pequeño. Poco después, mi padre comenzó a enfermar de lo que resultó ser una enfermedad degenerativa muy grave, en un momento le pronosticaron 2 años de vida. Sin embargo, sobrevivió, aunque con muy mala calidad de vida, y acabó falleciendo cuando yo tenía 16 años. Al morir mi padre mi vida perdió la normalidad que conocía hasta entonces: “cuidarle”. Y así fue como, en plena adolescencia, tuve que recuperar una “normalidad” que nunca había tenido y definirme como individuo para atravesar ese período de mi vida. Conseguí encontrar dónde enfocarme: en el trabajo. Durante más de 20 años me dediqué a trabajar con mucha intensidad en diferentes sectores: en hostelería desde friegaplatos a gerente de una cadena, montando incluso mi propio negocio. Trabajé también en banca donde creé un comité de empresa y conseguí un primer y único convenio en Banca digital en España que supuso un hito. Fundé una escuela de submarinismo. Trabajé en un colegio que elegí por tener un programa de integración para personas con diferentes capacidades. Y trabajé otros 16 años como policía local donde entre otras cosas, acabé desarrollando un proyecto escolar como agente de educación vial para alumnos de entre 3 y 18 años. Ahora me doy cuenta de que, en todos ellos, yo había sido una persona proactiva, mi mirada había sido compasiva y sentía una vocación de servicio. Desde que tengo uso de razón he realizado mucha actividad física y muy intensa, hasta que una lesión grave a los 34 me fue deteniendo y acabó por dejarme postrada en una cama durante varios meses. Volver a caminar fue un gran logro. Desde entonces, la relación con mi cuerpo, el deporte y el trabajo corporal cambió por completo. Todas estas vivencias, encendieron la chispa de mi despertar al desarrollo personal. Me apasionó de tal manera que comencé a formarme en diferentes disciplinas que, a la larga, han transformado mi vida. En mi caso descubrí que la “angustia” me había hecho correr siempre hacia delante, reaccionando, sin libertad. Así que, decidí tomar conciencia y responsabilidad sobre mí y sobre mi vida, saliendo de mis inercias y eligiendo qué y cómo quería transformar en mi vida, mi mirada y mi propósito. Me di cuenta de mi necesidad hasta ahora de cuidar a otros desde un lugar equivocado, de miedo y de carencia. Fue en este momento cuando me cuestioné los cimientos de mi vida personal y mi trayectoria profesional y vocacional y la vida me trajo hasta aquí: